Donde existir, no todo es vivir.
que fagocita la muerte en su linealidad.
Marca.
Golpe a golpe.
Rítmicamente.
Pero vivir en y por el deseo de vivir.
implica la circularidad de la acción misma
que encuentra su razón, en la acción de vivir.
Retarse a duelo, entonces.
Con esta magia de masoquista,
al que le gustan morder anzuelos.
Entre rótulos y sensaciones,
en la marea del ser.
En el constante vaiven de existir,
de ganar y perder.
Vivir es transitar.
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