la adrenalina
de saber que me muevo
y no saber qué va a pasar.
la expectativa
de saber que el mundo
va y viene y algo va a pasar.
la ingenuidad de necesitar
esperar que algo pase
mientras giro y giro.
la tranquilidad,
de que así no se puede perder
ni ganar, y sin embargo sentir.
el desasociego de saber
que no vas a venir y te perdí,
antes incluso de conocerte.
la desesperación de encontrarte
cuando no sé dónde buscarte,
ni cómo jugar este juego.
el contrasentido,
de que me encantes
mientras estes lejos y seas así
un sol en mi cielo,
una estrella de noche
el rayo que me atraviesa...
El escape,
cuando tengo que elegir
y no quiero perder.
Las vueltas mientras sueño
la pesadilla que me despierta
la ausencia que gangrena
la presencia insoportable
y el vicio
de volver a repetir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario