Desde chiquitos aprendemos que siempre en el otro todo se ve mejor, que queremos lo que tiene o quiere el otro. Después creces y disfrutas de criticar su malgusto, su idiotez, su consumismo, su hipocrecía o lo que fuere, pero disfrutas a costa del otro, es decir, del otro y no con el otro.
Es que hay cosas que no pueden ser con, entonces la lucha porque el "a ver quien".
Y si, es más fácil solo, pero más aburrido.
Por eso no entiendo cómo los hombres se autodan placer, sólo por deporte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario