Primero, porque el día de mañana ya no es de ocio.
Se siente en la sangre, que corre tranquiiiiila.
Te embolan los domingueros en la calle a 20 km/h y mandándose cagadas -ok bueno, como que se multiplican los domingos-
La tele es una porqueria -mmmmm pucha! eso pasa todos los días-
Están todos conectados pero al pedo porque estamos todos con el mismisimo embole.
En definitiva,
estando solo o acompañado
los domingos serán siempre un mosquito a la noche,
una mosca en la sopa
la nostalgia elevada al cuadrado....
pero siempre hay una buena excusa, para plan antidomingo
de peli y pochoclos tirados en la cama abrazados
tapando la amargura con muchas calorías
para después quemarlas obvio.
¿Se entendió?
ok,
te espero el próximo domingo.
he dicho.
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