martes, 29 de abril de 2008

Do

Desde allá retorna inacabado, un mensaje que me contrajo por más de una vez, por más de un minutos quizás ni siquiera efímero, me contrajo la sien devolviéndome el blanco pero oscuro ritual de exorcismo. Yo no quiero que las cosas sean como son, pero lo son y devaneando un sonido que perturba impidiendo dormir, el sueño no viene pero se acuesta a tu lado, te maldice... contagia de irrisoria negligencia la adicta cascada de pensamientos, y las agujas giran... y el mundo gira... y ellos duermen, y el techo está partido, tenés sueño y ganas de dormir, pero dormir es nefasto.
Un murmullo son los ruidos... la desesperación ha sensibilizado un sentido; un cosquilleo, mil escalofríos: es nefasto! es nefasto! -retorna.
Ya el alma se despega y levita, sobre almohadones deshilachados se regocija en el recuerdo, y es horrible, sólo horrible.
Cuando ancla, se equivoca de cuerpo y entra en una carne desconocida, es ella pero sos vos, en esa estructura craneana que tocás y se te sale... por la boca, se fugan las palabras, por el oído aquella música somnolienta envenena el aire. Viaja y por no perderla vos vas detrás, porque vivir sin ella, vivir... que sería vivir sin un absurdo desencuentro de estrofas descuageringadas que perpetuan la esclavitud del alma, mi esclavitud en aquella celda, q ya no es mía, quiero de nuevo mis cadenas.
A donde se fueron mis manos? mi piel, mi voz, mi conjuro... Aquella maldición de albedrío insolente, no me pagará indemnización por la tranquilidad perdida, y esta locura me cobra intereses. Lo toco o me toco, somos dos pero uno, también tengo arrugas y me falta el pentagrama, aquellas siete damas poetas que desfilaban rectas y versatiles son la soga que estratificada en cinco, más tantos compaces... era toda una vida. Y ahora, son cinco muertes y siete deseos. Es astuta con su sentido a estas letras que me desbordan, y sin embargo en los andamios que tan sólo fueron un mal sueño, reposa vacía aquella alma mía que habíase fugado al exilio, extranjera pero tatuada sobre esta piel encuentra nuevamente su hogar, son tan sólo tres insignificantes, pero hermosos
pecesitos.

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