Cuando un alma,
no un alma cualquiera
te acaricia, tu propia alma
te abraza
en el entendimiento...
te enrieda "de la buena forma"
te enrosca, en la suavidad
del aliento,
y
así,
no es tan sola la soledad,
no es tan oscura la oscuridad,
hasta los huesos
comienza a bullir
el entusiasmo...
y aunque no existe la revolución, mi amor
siempre existirá la torsión.
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