Y no existe la revolución, mi amor.
El saber, que no para
El sin saber que no frena.
Los días hundidos,
La siniestra sensación
En la celda de los bordes,
Punteados, finitos del cuerpo.
Y no existe la revolución, mi vida.
Cuando no se puede escapar,
Solo se puede transitar,
Subvertir al anhelo,
Y acomodarse en el silencio
No consentir a la desesperación.
Aun en el seno de la comunidad,
En el centro de la ideología,
En la alegría, el placer, La Paz
Lo que siempre resta
En la incisión del ser,
En su fatalidad
Y corazón,
Es la soledad....
Y no existe la revolución, mi amor.
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