sábado, 21 de agosto de 2010

Time

La delicada diferencia entre
hacer tiempo y dejar que nos haga.

La incoercible levedad que nos consume
y nos quedamos preservando su presencia.

La imperativa necesidad de tenerlo siempre
y hacer lo posible por mantenerlo lejos.

La insoslayable abnegación,
la alternativa de la creación.

El esfuerzo por conservar y la sensación
de haberlo arruinado en un instante irrevocable.

La perfección imposible,
esa aspiración insistente por alcanzarla.

La sucesión de palabras por decirte todo
el sentimiento de que no haber dicho nada,
el hecho de haber dicho algo.

Entre el todo y la nada, un corte posible.
Entre la vida y la muerte, una historia que narrar.
Entre tu historia y la mia, infinitos caminos por labrar

¿Será hoy el momento de actuar?