lunes, 16 de marzo de 2009

Viernes unotres.

Loqueyoquieroesmuycomplicado.
Pero obvio. Un poquito de allá, y un poquito de acá.
Sólo exagero, por dramatizar y cuando
esto es una gran comedia, no lo entienden. No.
y por que una comedia?
Preguntarme que quiero, es absurdo.
Que conteste y diga aquello que quiero, también.
Pero no diga más señor,
porque me convoca a donde no voy a ir.
yporcomplicarlanadamas.

Ella me dice, es la yeta!
y yo le digo NO: soy yo.
Ella me dice, son los ellos.
y yo le digo SI: hay q matarlos a todos.
Hoy es viernes unotres.

pero no estoy hablando en serio,
aunque estas sean mis palabras.
las tomé prestadas. Y no responderé, por ellas
NO! Sólo poresteenriedo y por esta
gran gran gran gran gran gran
idiotez y condición humana, cómica hoy.

es que cuando es una seguidilla, una tras uno tras
a veces me indigno, pero poralgunaextrañarazón,
me rio, y por no complicarla y por no darle consistencia
a los misteriosos poderes del más allá.
Tal vez sólo sea un poquito de azar
y otro porquito estacomplicación.

No cesa de no escribirse...

y vos que creías, tantas cosas creías... ahora que esas cosas cambiaron de coordenadas y los rompecabezas devinieron rompecorazones. En un episodio inolvidable, en un cachetazo irrefutable lo irreversible se hace omnipresente y aunque quieras... quieras olvidar, cada vez se hace más fuerte esa voz inaudible que penetra fuerte y dura en cada molécula de este drenaje cerebral.
Aquella complicidad y esta ausencia, su expresión, su sonrisa, sus miles de caricias. El abrazo y el olor hoy imposible, se fueron y aquello que creías q no iba a pasar jamás... a pesar de que fuera inevitable, la carta siempre llega a destino: para despertarte y espuluznarte. Y primero, la negación... no puede ser y no vas a dejar que esto sea una realidad y vas a insistir con tu añeja creencia y "esto esto... no está pasando". Pero es un hecho innegable que pasó, y esta angustia está presente para recordartelo y de ahora en más ¿Como volverse a dormir? ¿Cómo dejarse engañar?Sin que el miedo no aceche, sin que la perdida ya no sea consumada...
Pero vos estás acá y este vacío también. Sin nombre... y ya nada entendés. Pero algo sabés. Algo está cambiando... y no podés perderte el tren. Sin embargo, te evadís a otra realidad maquinaria, a otro plano psidodélico y tumultuoso. Si quizás tengas suerte y tal vez, puedas hacer algo con tanta maleza a costa de esta certeza.
Y aunque este vacío imposible de tapar, se llena y rellena... todo es pasajero, como cada tormenta y descubrís que es mejor en la tempestad quedarse quieto y por la corriente dejarse arrastrar, la suerte está echada. Pero ¿Sabrás cuándo será el momento de volverte a dormir?
Acaso este fantasma que camina y se hace agua... se diluye en sal ¿Será capaz de sentir el fuego y volver a empezar? Más aún, redoblando la apuesta... ¿Lo hará?

sábado, 14 de marzo de 2009

Ambulante

y a pesar de este vacío incómodo (a veces doloroso)
voy por la vida, cual peato por la acera,
con la frente marchita y la mirada augereada.
Si algo es inexplicable, esto es.
Lo sé. Ya lo sé. No voy a volver de donde salí ayer.

Pero oscilando de vereda en vereda,
cruzando la calle y volviendo por la esquina de atrás,
como un fantasma me deslizo, me río me río me río.
Deambulo, penetro en sueños y quito las notas,
cambio la melodía y distorsiono la guitarra.

La urgencia, penetra y coarta la vidas,
los pasos, la ausencia, el pretexto, la excusa..
Ahora que no hay nombre sólo piel y sensación,
No hay nada que tenga q hacer, que no lo sepa...
sin embargo, algo no sé y este vacío es su ser.

No debieran haber nacido estas palabras,
que como todas a veces dicen la verdad,
a veces dicen de más o de menos.
No hay lugares escondidos, no hay misterios que revelar...
sólo este silencio de más y lo que acontecerá.

jueves, 12 de marzo de 2009

La carta siempre llega a destino...


Hace tanto aunque no tanto, que no escribo...
no escribo cosas lindas,
Recuerdo una de las primeras veces que no las mantuve en el anonimato y a su destinatario confíe... no fueron bienvenidas, ni siquiera acogidas. Aquellas primeras letras, cual primeros pasos de infans entusiasmado, fueron desechadas, rechazadas... como cualquier residuo insignificante, tras ellas marcharon mis lágrimas y mis ilusiones, nunca más engendradas en una carta de amor.
Luego, el tiempo y la vida, propicieron nuevos encuentros y otras cartas y poemas, y canciones, besos, cursilería le (mal)dicen. Eran tiempos de adolescencia, como siempre elegí no elegir, y nunca más volvió a suceder... una ilusión que no se diluyera fugazmente como cualquier estrella, que no se apagara con el ocaso de cada día...
Pasaron varios años, y fue muy difícil asumir que nuevamente hermosas palabras tenían un destinatario que las sabía leer, que las acogía sin más. Fueron tiempos espinosos, pero supo cuidarlas, diría rescatarme de tanto pudor y temor. Sin embargo, semejante paseo por el cielo y luego por las llamas del infierno, no alcanzaron para embarcarme nuevamente en el sueño de la bella durmiente. Por esa época, también escribía historias de amor inventadas, imaginadas, vividas, contadas... el fin siempre era el mismo, rescatar de las tinieblas la ficción olvidada y pisoteada.
Hoy podría ser una causa, al menos seguro de esta sinceridad, que ahora aunque no sepa, se deja pertrificar en una forma gramatical. Cuantos capítulos que me perdí y me olvidé de imaginar algún final que resolviera este conflicto existencial.
No puedo dormir, aunque quiera acostarme en tu hombro y soñar... a un lado y abrazar lo evanescente de este preludio que prometía comenzar y el cuento sin final, sin principio ni estribillo se quedó, naufragando como mis palabras y mis pensamientos en el ritual que comanda este vivir descreído, y que siento me impide dejarme navegar... al comandante.
Aunque las mejillas se sonrojen en una publicidad inusual de esta "éxtima" privacidad... quizás las sepa leer y encuentren su lugar.

martes, 10 de marzo de 2009

Cree


todo comienza cuando empezás a creer;
creelo, creerla, creerte, creyendo...

en una ilusión, una nacimiento, dos vidas y tres letras. Dos Frases, una canción... cuatro melodías.
pasos en pases y despacio, traspaso de la ventana al cielo y subiendo y sigue.

3 puntos enfilados, uno atrás del otro en fila india, uno de cada color,
más esos intervalos de respiro, más un signo que se va diluyendo.

No todo, es siempre no todo... y esa hermosa creencia,
que te da confianza, espanta el miedo y hacia ningun lugar te invita a saltar.

creencia prejuicio van y vienen,
perjuicio suscitado que "frustra, ahí donde pedía
y no era más que palabras.
Una presencia que en el silencio, será notada".

Así que creo...
tal vez con el tiempo, con entusiasmo.
quizás en el fondo frontal, no sea eso lo que deseo...
y nunca es eso, sino lo que se esconde: detrás de esta canción desesperada.
y más allá de lo que oculto, tengo o no tengo, digo o callo.

jueves, 5 de marzo de 2009

O

Al fin caí, despues de enuciar y ahora puedo decir
que se puede reír y llorar, sin necesidad.

De otro modo,
también se puede reír o llorar, sólo hay que elegir.

Vivir o morir, lo mismo da: vamos a existir igual.

lunes, 2 de marzo de 2009

Historia de un fantasma

Desprenderse y encontrarse, de lo que aquí mismo te petrifica y lo que allí mismo de un momento a otro se trasluce o se oye. lo que no quiere escuchar, lo que no quieres ver pero aún extraño te concierne, y en qué medida te cierne, recorta y bordea, cuál collage de lo innecesario, cuál certidumbre desgarrada.
la cobardía cuando valiente no se prende en la guerra de los pregnancias, en la lucha por la palabra o normalidad. Cuando de repende, sé sabe hacer y es la certeza sin gollete ni razón que estabiliza en un acto solemne... por qué viene a molestar aquí y derriba tan ferozmente esta pequeña obra de arte?
¿Será acaso así como se siente enloquecer?

Ideal del libertad, que el precio intachable nos vale en la piel, lo que más tétrico puede ser en el saber que se desconoce y sin embargo, concierne. "que no duerma mucho, no quiere decir que este siempre despierto". Os voy a contar una historia...

Es una noche calurosa, como la de este domingo pongamosle, sólo se oye el ruido del ventilador, una y otra vez, mientras el reloj le marca el ritmo tic y tac, tic y tac. Hay una persona acostada en su cama que no para de moverse de un extremo a otro y hace siempre el mismo recorrido, un mosquito zumba tse tse le muerde la piel que con estas temperaturas no puede más que ser salada.
Las horas pasan y el escenario es el mismo, está oscuro y sigue la misma orquesta tocando la misma canción. Finalmente, la vez levantarse se dirige al baño y cuando sale, antes de volver al desganado insomnio, va por un vaso de agua... pero que sucede? cuando está por abrir la puerta, un sonido fuertesímo se oye, también un perro ladrar sin parar... se queda enmudecida e inmovilizada: asustada, detrás de la puerta preguntándose ¿Qué carajo...? y todas las semánticas posibles que expliquen en una cabeza que desconoce completamente lo que allí está pasando, efectivamente lo que tiene lugar en la inmensidad de las paredes.
Finalmente, temblando y sigilosa, abre la puerta... se anime a prender la luz del pasillo, lo recorre hasta la otra punta, despacio, muy despacio, está extremadamente atenta a los ruidos inhospitos que podrían sorprenderla, llega a la escalera se queda mirando... y mira... y mira.... y escucha, y escucha y escucha... no habla, no camina, y sólo piensa en el miedo y en la soledad de la penumbra.
Al cabo, cuando toma coraje, ese intermitente que le alcanza para unos cortos pasos... baja las escaleras, se sabe que allí no hay nadie y sin embargo no puede dejar de pensar en que allí puede haber alguien y como un niño, para perder el miedo, ir a verificar que detrás del velo... no hay nada.
Llega a la planta baja, el perro se acerca y la olfatea... al fin, se relaja. Pero luego piensa "y si aparece alguien o algo... ?" para que se entienda, metafísico si quieren. Vuelve a mirar al perro... él sigue mirando, tampoco entiende demasiado que está pasando. El suspenso invade la escena y no puede más que quedarse esperando, expectante a ver si alguien aparece que no sea otra vez, profecía autocumplida y allí donde se suponía debía generarse un encuentro... otra vez el malentendido fantasma tiño de terror y oscuridad el designio, lo único que restó fue otra vez... quedarse esperando a ver cuando alguien se decidía a...


Fin.