martes, 20 de octubre de 2009

Deseo de Deseo

Acaso yo esperaba, por si un ocaso
terminaba con el caso trillado.
Pero, no hacía más que esperar
que llegue o el caso trillado o el ocaso.

Un día, los casos cambiaron por cosas.
Ya no esperaba el ocaso, por si las dudas
la cosa se anticipaba a mi precipitación
y audaz, debía elegir entre el caso o la cosa.

Sin duda, la espera asintótica o deviene locura
o se licúa en la textura de la cobardía.
Y cuando no se puede elegir, no se puede.
Entonces esperas que te encuentre la decisión.

No se puede dejar de esperar, pareciera...
Yo no esperaba llegar a este mundo
y mucho menos ser yo. Nadie lo esperaba.
Cuando te encuentra, el fin de la espera

Termina el fin o inicia un desconcierto.
Por llegar hasta aquí...
¿Qué pena le valió a la tinta?

viernes, 16 de octubre de 2009

Vernos reír

A carcajadas, caíamos al piso.
Como dos vasos rotos
desparrabamos la risa,
por la mesa, por las baldozas.

Con los ojos llorando,
te enroscabas en vos mismo.
Con los ojos cerrados
podía vernos reír.

Nos sentía reír
hasta en los huesos,
vibrar, cantar, chillar.
Hasta los pies reían.

Las horas nos arrebataron
más que el tiempo,
y no podíamos dejar de.
Así se nos fue la vida,

Y no hicimos más que
vernos reír.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Con Ale escribimos...

Donde existir, no todo es vivir.
que fagocita la muerte en su linealidad.

Marca.
Golpe a golpe.
Rítmicamente.

Pero vivir en y por el deseo de vivir.
implica la circularidad de la acción misma
que encuentra su razón, en la acción de vivir.

Retarse a duelo, entonces.
Con esta magia de masoquista,
al que le gustan morder anzuelos.

Entre rótulos y sensaciones,
en la marea del ser.

En el constante vaiven de existir,
de ganar y perder.

Vivir es transitar.

sábado, 10 de octubre de 2009

Genus

En el origen,
sobre las mesas, las cartas
dentro del sobre, las letras
debajo, muy debajo de la tinta
un rasgo originando,
y detrás este impulso bribón.

Entre las cejas, los ojos
de los ojos, la mirada.
De la mirada, la contemplación.
No puedo evitar sentir,
sintiendo mientras soy
en el silencio de la mirada.

Este puente, sobre la mar
seguidilla de puntos en suspenso
Despliega, la risa descosquillada
sobre la cama, en las sábanas
enredados los dedos,
sudando los cuerpos. Llevame,
a través, por sobre, debajo.

Huellas, es lo que hay en el origen
del final, las letras que tallaron
que horadaron, la superficie
del aire, y soplan con el viento

en el eco,
en la flor,
la cintura,
la canción...

...las notas destiladas del amor.

miércoles, 7 de octubre de 2009

¿Como me alegro?

Una pregunta, que hoy encuentra su correlato. Una pregunta ignorante de antaño, preguntaba: "¿Cómo me Alejo?". Ella, no encuentraba parangón. Y admitió siempre, una repetición que ensayaba una respuesta posible nunca suficiente.
Hace tres años que ella convive y comanda este barco, al modo simbólico de estar mar real, que alberga un -y me pongo psicoanalítica-sentimiento de culpa inconciente (RTN) Que reviste, la viscosidad de la libido... en este barco tan «borde» impenetrable.
Estuvieron, dejando decir y mostrándose, esas palabras del crucigrama que siendo tan obvias no alcanzaban para hacer del desamparo una salida responsable. Una respuesta a la pregunta literalmente colgada "¿Cómo me Alejo?" Es larga la historia. Muchos la conocen, tres años y se acerca el día de la madre. Tres años y el 22 de octubre era su cumpleaños.
Hoy volví hablar de ella. Con mucho dolor... con culpa, con reproches y también con amor. Porque la amé mucho, como todos a LA que les tocó en suerte (tyché?). Me desgarré entera, todos sus ropajes quedaron sobre la mesa, todos se diluían en el llanto y la angustia en el pecho... ¿Qué iba a hacer yo con tanta libertad? Excribir. Desde ya.
Antes hablé de la amistad, supongo que hoy hablo de la "hijandad" porque de mi viejo, también hablé mucho, y cuánto. Pero todavía está aquí por suerte.
Desde bastante adolescente tuve una empatía patética con las teorías existencialistas, y si bien hace tiempo que sé racionalmente, sé y vivo en consecuencia que, de cualquier forma estamos solos, aún acompañados, también estamos solos (no solitarios)... es insostenible que la palabra en su dimensión toda, no sostenga la existencia. Es una antiNomia. Pues sí.
Aquello que sostiene es lo mismo que te condena a "la vida sin la bolsa". A la vida cercenada.
Pues, a donde quiero llegar si es que quiero llegar a algún punto. Es que tanto y nada, la obvio del sobre cerrado sobre la mesa y la complicidad, en la eterna necesidad de olvidar. Me olvido, si. muchas veces de muchas cosas, lo repetí varias veces. Pero estaba invertida la ecuación, igual que con la confianza, igual que con lo inaplicable de la racionalidad. Pero acepté su contradicción. Uno si de alguna manera puede ser, es siendo una contradicción. Y digo, siendo. Repito, gerundio.
Así como ya no me olvido que el viernes tengo que ir a sacarme la muela de juicio, me olvido de lo que me importa del juicio y apelo, más allá de la sentencia. Es que ya no dependo y no me marca o desmarca, la inexistencia o inconsistencia del Otro. Al menos hoy, y hablo quién lo diría, a calzón quitado. Y hablo si me leen o no me leen. Es la única manera de aprender a callar cuando es necesario.
Pero técnicamente, esconde un reproche. Que ya lo dije. Y el reproche anuda la culpa (que borde finito). Que ya lo dije. Así que ahora, si algo le puedo robar a ésta es la responsabilidad. Si, de lo que digo y no digo, hice o deje de hacer y ya no la culpa... de lo que el Otro hace "como si" y aquí nada ha pasado, por lo que no hay nada que decir. Hay mucho que decir, aunque el otro no pueda o no quiera. Y ambas partes lo saben, lo sienten y por eso la tensión. A más de uno le habrá pasado que el miedo te asfixia tanto la garganta que cuando ibas a hablar... afonizaste.
Es un alivio, y cuánto. Sobre todo, por los momentos que se avecinan... y tomorrow, tomorrow never knows.
Por un tiempo seguramente, no hablaré de mi tan explicítamente y nunca es tan claro tampoco. Entrelineas como siempre, es la forma más bella y magra de brindar mi ser y mi alma, es la forma más sutil de convocar a la alegría.