lunes, 29 de junio de 2009

De jugando

Que sea de jugando,
que te echo y vuelves.

Que no sea en serio,
que no vuelves y mueres.

Que de en serio y de jugando,
se desvele este sueño.

Que no sea de jugando,
el amor que me tienes.

Que sea de en serio,
el deseo que anhelamos.

En serio, juguemos.

miércoles, 24 de junio de 2009

Cualquier semanjaza con la vida real...

Ven, quédate.
Cobijame.
Regocijate.

Vente conmigo,
corazón ahumado,
mil olores perdidos.

Cerca, aquí al ladito.
acómodate junto a mi...

Ahora que respiras,
ahora que me tocas,
ahora que que te siento,
y me siente. Y sentimos.
ahora que ya no se qué hacés aquí
ahora que palabras...
palabras no tengo para ti.

Vete ¡Basta!
Salte por la ventana,
por la tangente,
por la puerta.
Pero salí.
¡No te quiero más aquí!

¡Para para! Regresa
Me olvidé que...
no puedo vivir sin ti.
Vuelve, te lo ruego
yo no quise... no pude.



Fin.

martes, 23 de junio de 2009

Sin terminar de...

Me preguntaba si...
hoy que tenía ganas,
igual que ayer
de terminar la frase.

Ojalá pudiera decir,
lo que no termino nunca de decir.
Ojalá pudiera ilusionarme,
con la idea de...

Es irrisorio, que esta mudez,
que esta insensatez,
que este sin decir que
se parezca tanto a la falta de...

¿Qué te puedo decir,
Que me muero por decir
aquello que callo,
por idiotez, por boludez,
por incertidumbre,
por vergüenza o inoportunez?

Y ahora esta pregunta, que va...
Idolos alicaídos, misterios vacíos.
Realidades ¿verdades?
Es esto lo que interpreto,
de la inocuidad, del vacío...

De acciones, del silencio,
y locamente, de esa mirada.
Hay que decirlo, hay goce ahí.
Deseo aquí, palabras palabras
palabras...

Más o menos,
en el intersticio que cava
la distancia, el interés,
las sensaciones, y este no saber,
se regocija el sin decir que
no diciendo nada,
ha hablado por mi y por ti.

viernes, 19 de junio de 2009

Sin decir que...

Donde el silencio nace,
comienza el invento.
donde la tensión perservera
algo más hay allí.

esa correntada de palabras
que se fugan cuando...
las preguntas que no llegan
y llaman al estupor.

Y aún así no poder, decir que
me muero por decir, que...
y no escuchar, ni oler,
sin sentir, ni caer sin fumar.

inhóspitamente, ya no sé quién soy.
pero quién soy allí, en el lugar
donde el ambiente cruge y las sales
bañan las certeza de las sensaciones.

Y no es tan terrible, claro que no.
Esa evidencia, esa exposición... nunca
ha sido impune y este monstruo ardiente
se ha quedado sin presa, ni sorpresa.

Ferverciente, la inminencia y
no poder decir, finalmente me quedé
con más de una gana de decir que
no puedo decir que esta locura
me está traficando las feromonas
por corporeas dolencias de faringe
contreñida y agujereada.

Tan sólo sin decir que,
tal vez no se trataba de decir nada.
Allí, la primera vez que enmudecí
pero dije mucho más que...
no-todo puede pertenecer a ti.

viernes, 12 de junio de 2009

Nos quejamos de él

Es hoy, un olvido irrestible.
Resulta que un corte,
cuando daba ocupado...
resulta que dos lineas,
cuando no me atendía nadie.
Un incomunicado vestigio,
de "ven aquí" sin ir allá.

Es-pero, dice mi amiga.
Ella puede ahora desesperar.
Dicen, del sentido común dicen...
Me cuenta, él me cuenta
los días, las horas, los cometas,
los soles, las calles, las novedades,
las caricias, los besos, deja siempre
un misterio, deja siempre un tapón.

Con ella, doreamos.
Espero, que podamos... dejar de pedir:
que dejen ese exceso de lado.
¿Es necesario?
Es un mensaje, para los tres.
No entendí ¿Entenderán?
Pues bien, ya dije q eramos tres.
Aunque no es ella, sino él.

martes, 9 de junio de 2009

No hay dos, sin tres.

Ella dijo yo no puedo sola.
El la llamó, interrumpiendo el silencio.
Al menos son dos,
los que no saben qué hacer.

Ahora son tres.

domingo, 7 de junio de 2009

¿Qué hombre?

Retomo los hábitos,
pero no encuentro otra forma
que no sea deshabitando lo cotidiano.
Y sobre las formas. Cuántas.
¿Qué cambiar de este círculo?
La sensación de que nunca existió
otro distinto que el anterior
y repetir que sólo Uno allí
escribió un punto y aparte.

Un segundo, en que la tranquilidad
se desmorona. Un primero,
que se desmoronó. Y puntos suspensivos...
¿Cuándo cayeron los ideales de idealidad?
y con tanto desastre dando vuelta.

Jugaba e incluso escribía,
también bailaba los sueños que
en la ensoñación adolescen.
Nunca me lo había preguntado,
y cada día que lo hago...
o la misma respuesta: ya sé.
o el mismo pasar: em-barullo.
y sino qué? qué de esta angustia
que evito al encontrarme
sosegada y consternada por
el martirio de tomar noticia que desea,
y no saber cómo me desea.
¿Y para qué? Retorna.
Si no hay historia para un olvido
insoslayable. No hay historia,
sino hay poeta. Y no hay poeta...
¿Qué hombre podrar nombrarme
de forma tal, que así el olvido
ya no sea un inevitable?