miércoles, 20 de febrero de 2008

XIX

Un doble:

Suspiros en la noche,
silencio que bulle en la oscuridad,
una luz prendida a lo lejos,
a veces tan cerca que encandila
El candelabro impúdico
rozagante en telearañas
incrustado en el medio del pasillo
boicoteando el ansiado encuentro.

La obra se sigue al final del camino,
el guion para no ser malentendido
acompañado de actos insospechados
comienza a desplegarse en un
encuadre maquiávelico.
El miedo acecha, los nervios
recorren vena por vena.

Es la puerta que llama,
Son las bestias que aullan,
los ojos que miran
inyectados en sangre
penetran junto con los colmillos,
el cuello aferrado a las garras de
Mr Hyde, pugnando estrangular
a su inocente víctima.


Hablando en serio:

Detrás un Jekyll apasionado,
emblemático sujeto inglés
contenedor de sáberes codiciados,
dependiente de sus propios límites,
que se hunde en su propia ambición.
No retrocede. Y se ahoga allí.
Conquistador y solitario.

Embriaga los oídos,
todos los sentidos,
hombre desapercibido de ciudad,
disfrazado de Mr. Hyde
Inversamente proporcional
a esa agresividad inabarcable
es su fragilidad infinita.

¿Dónde estará mi Dr. Jekyll
para qué lo cuide?
Y me pide que lo cuide...
¿Qué está cuidando Mary?
¿Una bestia o un caballero?
Quizás algo de los dos.

martes, 19 de febrero de 2008

Una historia que te conté

Son las dos de la mañana, hace rato que no amanece en mi cielo, se parece a la Antartida este exilio en verano, desde aquella vez que me retiré de la alcoba pasional, le di vacaciones al amor, y un día el descarado decidió renunciar sin siquiera dejarme la indemnización, acto seguido, como si fuera este escenario las escalinatas de Milán, sucedió el fogoneo de personajes espectaculares que se entrecruzó con personas superficiales, que dejaron además del sabor amargo, un estupor permanente y un corazón endurecido. Lo que antes era fácil, de repente, se volvió imposible. Las vueltas son incontables, pero no recuerdo cuántas lágrimas cayeron, que dicho sea de paso, hoy echo de menos y no por ellas, sino por la sensibilidad de la que carezco. Siguiendo tal ritmo, me encontré un día, de pies y manos atada, esperando vaya a saber uno qué, mientras el mundo se ennegrecía y los grises cobraban protagonismo.
Pero aún, podía ser peor, y lo fue. Sin embargo, no está muerto quien pelea, y aunque sinceramente no haya tomado al toro por las astas, porque es el círculo de los outsiders que me acovacha, he tocado decididamente fondo, y es cierto q podría haber estado peor, pero prefierí pensar que se podía estar mejor, y más allá de lo bueno o lo malo, de la metonimia ilógica de estas palabras, q no contemplan un para qué, creo q puedo asumir que he logrado mi cometido. En realidad, las cosas no cambiaron tanto -quizás, del todo- es un problema de postura, o si se quiere tmb, de actitud.
Entonces, un día me animé a disfrutar, mejor dicho, simplemente a vivir en vez de estar esperando que la vida me encuentre a mi, y de a poco, como un "pan y queso", los eslabones de la teleraña se fueron desplegando, así fue que terminé por encontrarme, como creo estar hoy, más confundida que turco en la neblina, con esplendor adolescente y una pizca de amargura adulta. Pero a la confusión hay que darle más confusión, porque sino alcanzás el máximo de confusión, no vas a poder aclarar nada, por lo cual, creo que prefiero vivir con la incertidumbre y anarquía de esta ambiguedad que echándole agua a cualquier cosa q toco, el quid es posible q sea, el desfasaje entre mi "obsesiva necesidad de aclarar" y mi "compulsiva confusión" que más que se enturbia, proporcionalmente más intento echar luz...
Igual, ¿Qué importa? Mas tomame como me doy, dejate enredar... y no sabrás qué deparará. Si me acompañan, es probable que las sorpresas nos sobrevengan, y sino.. me llevo mi proyecto bajo el brazo, cual insignia de este presente, para quién quiera compartirlo. Fin.