Ahora que a mis sueños ya perteneces, dueño de mis deseos te has convertido
parte, de un pedacito de luna, y varias zetas a nuestro alrededor
Compartamos el mundo, naveguemos los retazos de agua que nos empujan
andemos caminando, moviéndonos inconexos por todos lados
como si fuéramos libres,
como si no estuvieramos unidos
que brote la fiebre,
nos volvamos locos en los gritos,
en las mareas,
y mientras amordacemos,
eso que no podemos decir
porque infinitamente amalgamados
finalmente comprenderemos
que perdidos en el sudor
de nuestros cuerpos
necesariamente
alli estaremos.
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