martes, 20 de octubre de 2009

Deseo de Deseo

Acaso yo esperaba, por si un ocaso
terminaba con el caso trillado.
Pero, no hacía más que esperar
que llegue o el caso trillado o el ocaso.

Un día, los casos cambiaron por cosas.
Ya no esperaba el ocaso, por si las dudas
la cosa se anticipaba a mi precipitación
y audaz, debía elegir entre el caso o la cosa.

Sin duda, la espera asintótica o deviene locura
o se licúa en la textura de la cobardía.
Y cuando no se puede elegir, no se puede.
Entonces esperas que te encuentre la decisión.

No se puede dejar de esperar, pareciera...
Yo no esperaba llegar a este mundo
y mucho menos ser yo. Nadie lo esperaba.
Cuando te encuentra, el fin de la espera

Termina el fin o inicia un desconcierto.
Por llegar hasta aquí...
¿Qué pena le valió a la tinta?

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