viernes, 2 de noviembre de 2012

Peregrinando


Se depura la culpa,
En el silencio de homenajearte
Transitando el tiempo,
Que ha pasado y esas marcas
Que han dejado, talladas
Acá, en las cicatrices
del corazón,
que testimonian
que me causaste
que te cause…

Llegar,
Y volver a partir.
Partir el recorrido
En varios pedacitos
Para regalarte.

Te ofrecí,
Aquí mi cuerpo todo
Para que hagas con el
Todo lo que no podía hacer yo
Por mi, para vos.

Es mortal,
Como tu cuerpo.
Inmortal,
Como tu recuerdo.

Se trata de la certeza
De que existen puntos
Que no tienen retorno,
cuando el punto final
no puede torcerse
hacia un punto y aparte.

Hay tiempo, mamá.
Lo supimos siempre,
Al rememorar, anticipando
Que algún día esto que es lógico
Iba a llegar.

Es que te perdiste,
Viviendo aquello por lo que
Cada uno vive, en sus excesos.

Yo también te perdí,
Ahora que sos otra para mi,
Distinta, pero linda como siempre.

Pasan los años, y la historia
Es siempre otra.
Gracias, al tiempo
Que erosiona los adjetivos,
En silencio
Como el agua, que se mueve
Y a veces no sabe para
Dónde te llevará, vieja.

Y aquí estoy yo,
Eligiendo, en vez de llorarte
Y verte tan lejos,
Moverte,
Traerte mas acá
Saber que estás en cada paso,
Siendo la estrella polar,
Que comanda,
No sin “peros”…
Este peregrinaje
Hacia el resto
En definitiva,
De mi propia mortalidad.

No hay comentarios: