martes, 4 de mayo de 2010

Ella inspira. Él escribe.

Era porque ya te conocía,
aunque no me lo creía.
Era porque ella sentía,
que de alguna manera, sabía.
Presumía de su silencio
y dudaba por mi astucia.
No se trata de las estrategias
que él proponía,
de las figuritas repetidas
de sus miles de sentidos.
No la escuché, pero la intuí
y me dejé mentir por él.
Él ordena, ella teje.
Él es tiempo y lugar,
Ella es acto y sensación.
Él lo quiere todo,
Ella es no-toda.

Es por el hacer de ella,
a través de él
que vas a desear vos.

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