viernes, 7 de marzo de 2008

XXIII

Doblando no hay como siempre
no hay promesas, tampoco excusas
para volver, como si quisiéramos retrocerder.
Si yo me siento bien,
Aún con miedos,
Aún. Y quizás nunca se vayan, no.
Se transformarán probablemente, en estigmas,
cual cicatrices del nefasto dolor,
solo alcanzarán para soldar las lágrimas,
vueltas hielo, ahogadas ya en su lacra.
No espero que sea de otra manera,
otra manera, como moda, será.
Plantaré postas en mi vigilia,
le preguntaré a mis sueños sobre lo que allí
no hay, les preguntaré.
No tendrán para decirme con palabras,
quizás con sonidos exquisitos,
un dulce vaivén conmovedor,
meciendo, el tejido, de sentidos,
hilvanando, buscando alfileres.
Serán sus alfiles, y su filoso desfile
quienes, con su idiosincrasia rebelarán
una batalla oculta, un círculo desdibujado,
enmarcando, el centro, sin esquinas,
No hay donde esperarte hoy.
No busco, aunque encuentre,
y aunque buscase, y no encontrase
ya me retiré del juego,
no apuesto, ni gano ni pierdo.
Ahora que, todo es hoy,
Voy.

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