lunes, 15 de septiembre de 2008

A(rriba) y A(bajo)

Me recuesto sobre tulipanes, respiro y algo más se filtra en esta sensación otrora, un sueño entró por la ventana y cómo resistir a su furor.
El recorrido muchas veces repetido, desde afuera hacia adentro, rozando el límite intermedio entre la risa y el llanto, la felicidad y la tristeza, y se vuelca... de un lado te estropea, del otro te regenera. Y su camino vuelve a tallarse, las mismas rutas, los mismos paisajes... el mismo clima, y nuevas buenas o vertientes.

Otroras, maneras. Y sin embargo, una sensibilidad inesperada me abre paso, se deja ver el puente levadizo que se baja hacia vos... me doy una vuelta por alli y las costas son tan altas y estas paredes no sé como haré para surcarlas. Otrora, prende la lamparita. Escucha. Mira. Las pinceladas con colores oscuros, preestablecidas, ahora se transforman con nuevas formas, nuevos vivos. La luz, entra por allí y el acertijo se hace respuesta. Denuncian, esas palabras un gesto desagrable, enuncian un dolor interminable, desde allí gritan desamparadas las voces ahogados que se sumergieron en la laguna del recuerdo.

O callas o hablas. O cierras o abres. O también podés confesar que al haber cerrado el pecado se tatuó en el recuerdo marchito, con manchas y desahuciado, ahora es un entretelón oscuro. Y lo opaco, dueño del marcado recorrido, retorna y se devanea y vuelve. Aquellos colores cenizas hoy destruyen, como ayer también lo hicieron, hoy azolan el cielo cristalino y una burbuja de humo se postra sobre el reino.

Ser cobarde para poder tomar coraje y enfrentar los tormentos, porque si de atrás no vamos para adelante ¿Cómo hablaremos de presente sino en pasado? Resulta que hoy no existe, pero cuando fue dejó sus agravios y que tristeza la mía, cuando recuerdo lo irrememorable, que decepción ese vacío que ni siquiera puedo inventarle un disfraz.
¿Es que acaso lo habré deseado?

¡Ay! Pequeño destello veloz que me hacés temblar ¡Cuánto tiempo sin ti! Y ahora contigo, me desespero. ¿Dónde has escondido la brújula que solías ser? Partir cuando era feliz, saltar cuando no queda más remedio... y otras elecciones, otros recorridos. Llévame pues donde yacen mis memorias, recuérdame las razones de trazar este sendero.

Algo así parecía acontecer en el nauseabundo sitio de los vivos, como así un día... y a la noche ya no cuenta como hoy. Dónde atisbaré sino te hallo...



3 comentarios:

Drotmis dijo...

y si... la vida es un subibaja, por suerte estan esos momentos que nos hacen pensar que se puede todo y por suerte estan los momentos de mierda para poder conocer otros planos...
¿entendí cualquiera o de eso estas hablando?
¡¡¡Saludos Vieneses!!!
JA Viena.

Juan Adolfo Viena dijo...

El comentario anterior fue hecho por mí, pasa que me expresé a traves del alma de otro sujeto, discuplas por eso.

JA Viena

Ble Pez dijo...

Digamos que algo así!

no me había dado cuenta.
Pero hace un tiempo q mi vida se caracteriza por picos.
Hacia arriba y hacia abajo.



Gracias por leer :)


Salutes