lunes, 29 de septiembre de 2008

Touch

De las palabras sentidas, al sentido de las palabras. De los sentidos ocultos a las ocultas sensaciones. Delos a delas y de velos hacia develas. Deberas hacia de/veras y también llegando a tan bien.
Un juicio que precario, pierde el juicio por su insensatez tan poco librada al azar, tan pronto falaz. De repente, es rápido y la velocidad más la intensidad pervierten los sentidos; sentidos palabras hacen sentir, sentidos que no es más que sentir por dos.
Cuestión: gestionemos la vibración sónica y el impacto visual, la oralidad toda y el amor audaz. El jirón de mentiras más sus respectivas verdades, inundad mis costas, salvad mi pellejo.
De aquellos otros, de aquellos estos, de ellos mismos rescatad su sensación incapsulable.
Brindar y no solamente con copas; dar un pedazo de vida, un juego de veras. Trascender la polaridad, dejarse embriagar.

Mostrar, al fin, lo mismo da si es que implica ocultar, lo que se calla y también habla. Lo que disonante desafina y no domina, no. Mas si un par, son un para; silencio que se dirige a otro, grito mudo que no se oye, no quita la desesperanza desesperada por atravesar el muro ciego.
Desparecer, para no dejar de ser visto sino creyéndose que uno se fugó. Filtrarse, por los alcantarillas y como ratas roer la piel. Abandonar el campo del miedo, de la sensación insípida y muerta, pasivamente, por los estímulos que circundan dejarse domeñar, sin desdeñar señora doña, lo que este señor tiene para dar; lo que le queda por tocar... por escribir y rescatarla del sueño durmiente, hacer poesía con... otra melodía.

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