lunes, 25 de mayo de 2009

¿Qué nombre?

No me crean...
hace tiempo que no hablo,
que no hablo en serio e invento,
invento, pero tienen que saberlo,
yo no miento.

Entonces, pueden crearme.
ofrezco mi texto, mi guión todo,
la presencia contorneada,
la mirada y la voz.
Os digo la verdad. Es hora de que
me crean: así puedo crear.

Sin historias entrecruzadas,
sin revelaciones espontaneas...
¿Qué material...
para apoyar y tallar, cortar
y armar? Una vida, mil sentidos.
Reactivos, opuestos, divididos.

Lo estoy contemplando,
me gusta mirarlo... aunque me de miedo.
Porque el inicio, en este neohorizonte,
es vacío e inminente. Pero no siento,
no siento mas que la contemplación.
Todavía.

¿Qué se puede esperar?
¿Qué se puede plasmar?
¿Hay chances de que no
sea la soledad una acompañante?
elección forzada, que no impide
que luego del paso principal
y fundamental
se fundamente en este recorrido,
la razón primera que tautológica,
de primordialidad a esta elección.

Pero hay sorpresas, a pesar de la incertidumbre.
Sobre la incertidumbre, se sabe demasiado.
Y sobre la sorpresa que enlaza,
¿Qué se puede saber? Si aquí ofrezco,
al acto mismo, la materia prima
para un poeta posible.

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