lunes, 2 de junio de 2008

Ante todo.

Hierve por dentro el calor que no me dejas sacar, parecieran sucumbir al olvido las palabras que no quieres escuchar, como si mis frases fueran dagas retornan del vacío y hacen de los ecos un puñal en el pecho. Ante todo, soy un cuerpo.
Sobre todo, las negaciones de mi subjetividad, de mi dolor, de mi sensación me despierta bruzcamente, mientras sus tentáculos me estropean las víceras, si me vas escuchar te cuento, que ante soy un cuerpo limitado.
No es fácil congeniar con él, porque también se empeña en ofuscarme y en la lucha de los demás ¿Dónde queda mi deseo? porque te empeñas en aplacarlo, pero ves... que yerba mala nunca muere.También soy una psiquis.
Y toda esta peronata, para que entiendas, para que veas que padezco y fundamentalmente como otro no reconocido, frente al maltrato constante de la ausencia de simbolismos, pues si no vas a escribir sobre la piel con tus dedos... bievenido eres a hacerte un lado, ya sabés donde está la puerta y por si acaso se te ocurre olvidarte de tan preciado andamio, yo te lo señalaré.
Los juegos de almas infantiles podrán pudrirse en las cajas polvorientas, es este un lugar donde las cosas son en rigor de verdad o no son, no opción para la demagogia adolescente.

1 comentario:

Marito dijo...

Ante todo la infantilidad de una relación de amor...en cuerpos de adultos.
Buen post!