viernes, 9 de abril de 2010

Puerta

Cerca, tanto... que no entiendo cómo todavía conservo la cordura. Tanto, que lo sé y no hay nadie. Asomo la oreja, es un vacío. En la dispersión, cuando abrí la puerta de un tirón... otra puerta, y otra puerta y otra puerta. Finalmente me cansé. Ahora ya sé, que todo no se puede saber. El problema es como perserverar, sin puerta, en este habitaculo insulso.