miércoles, 15 de agosto de 2012

Tramando VI

Una noche de sábado se cruzaron por casualidad. Eugenio había ido al cumpleaños de Leandro y Mara había salido con sus compas del trabajo. El principal problema de ella es que olía alcohol etílico y ya se ponía contenta, si encima la degustaba entraba en un estado de acefalía impenetrable. Como era muy mesurada, los excesos eran incomensurables. Se volvió totalmente desconocida para la mirada de sus compañeros y totalmente feliz por liberarse de las cadenas. La resaca al otro día le pasaría factura por semejante permitido, pero ¿Quien le quitaría lo bailado?Él no acostumbraba a salir porque no le gustaba socializar. Cuando tomaba tal vez... le gustaba un poco más, sobre todo conversar con alguna muchacha dispuesta a dispensarle amor.
Ellos, no eran el agua y el aceite, sus limitaciones estructurales los convertían en dos caras de la misma moneda, tan pegoteados y tan alejados que no podían encontrarse de frente.
Así eran sus encuentros, aunque nunca casuales y esta vez el azar les jugaría una inusual triquiñuela.
Primero la vio el. Ella irradiaba entusiasmo. Nunca la había visto así y menos con él. La leia a escondidas ¿Qué sería lo que ella estaba haciendo allí? ¿Quién eran esos dos que estaban hablando con ella? Sintió el calor en sus mejillas, que la mirada se le ponía incisiva... supo que sentía celos.
Ella no lo vio enseguida, sino hasta que él se acercó. Sus miradas, carta de presentación y perpetuación se tildaron en el instante, hasta que ella cedió ante su dueño:

-Hola Mara.
-Hola ¿Todo bien?
-Si, vos?
-jajajaja Bien...
-¿Que es lo gracioso?
-Que a la ùltima persona que pensaba encontrarme era a vos.
-Esperabas encontrarte con alguien.
Lo miró pizpireta y suspiró:
-Puede ser, nunca se sabe...
Eugenio se quedo a su lado, sin dirigirle la palabra. Ella no entendía que pasaba, un poco (bastante) la desconcertaba su presencia. En realidad, nunca entendía su presencia, por eso hacía tiempo que había dejado de intentar dilucidarla... dejándose estar allí, fuera lo que fuera para el que ella estuviera ahí.

Mara, siguió tomando de su copa de champagne... antes de que el aburrimiento la arremetiera, miró hacia el costado y allí estaba Martín.
-mira vos che, no te tenía asi -le dijo él.
-jajajaja creo que no me hace bien tomar.
-o te hace demasiado bien.
-¿A vos te parece? No es normal vivir la vida como si uno estuviera borracho.
-Hace bien vivir la vida... con poca moral y mucha etica.
-Ay dale! no te hagas ahora...
-¿Que?

-Lo primero que uno se entera cuando entra a un trabajo son los chismes
-Todo lo que digan sobre mi, es mentira.
-Claaaaaaaaaaaaro.
-¿Te importa lo que dicen de vos?
-Demasiado.
-Ese es tu problema. Yo no me hago problema por lo que digan. Y menos mal, sino ahora no me hubiera esforzado en hablarte.
-¿Por?
-Porque no tenés fama de "copada".
-Ah bueno.... me la bajaste.
-¿Que cosa? No me preocupes..!!
-jajajaja la jarana.
-Pero podríamos subir otras cosas..
-por ejemplo? -ingenuamente preguntó ella.
-la adrenalina, las endorfinas...
Mara miró hacia atrás y Eugenio ya no estaba... se sorprendió y sin pensarlo, fue a buscarlo.

No hay comentarios: