Estacionales sensaciones

Brincar,

como si las hamacas, no estuvieran amarradas a las baldosas, como si flojas no pudieran mojarnos, y si nos mojaran, pudiéramos nadar en ellas...

Soplar,

sin sentir que el viento nos adueña del suspiro, poético del alma que encarna en los sentidos sosegados la vitalidad que los hace abrirse


Girando,

como si fuera bailar, tropezando mi cintura con tu mano y tu mano torpe, homenajeando la piel. Un desliz permanente, excepciones que rozan la zonzas palabras del amor corpóreo en el vaivén de tus pies y mis pasos...

Y no ser,

aunque parecer, por si las cosas transmutan, esos deseos mundanos que nos atraviesan la vida, desde el escalofrío del temor, cuando la certeza es un acto instantáneo,

el instante, que

ya no vuelve más

y sin embargo,

marco a fuego a piel
y ya no hay vuelta atrás.

y vueltas,
mas vueltas....


seguir bailandole,
a la tierra hasta arrancarle el polvo
y hacerlo volar.