lunes, 26 de marzo de 2012

esos idealistas...

una vez conoci un chico, dos chicos, tres chicos... ya no se cuántos que predecían, prodigaban, prescribían y claramente, no hacían.
Ellos solían ser excelentes amantes de la boca para afuera, de la cama hacia adentro pero....
(Siempre ese pero femenino que señala ahí, donde está la falla)
Hete aquí que, a una no se le escapa y aunque siempre se supo, igual nos encantó que nos amaran de la boca para afuera y de la cama para adentro.
La cuestión es que su idealismo penetrante y absurdo, saturó el vacío de mis ovarios hasta que finalmente, por más irónico e insensato que fuera mi dramatismo, opté por la vía directa a lo obvio: taché dos de sus puntos suspensivos y decreté el punto final.

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