martes, 27 de marzo de 2012

la realidad hecha ficción

Todos pasamos por esa época oscura de nuestras vidas,
esa etapa en que las cagadas son sistemáticas, una y otra vez
seguís haciendo estúpidamente, aquello de lo que te habías
arrepentido por haberlo hecho sobre todo, estúpidamente.

Digamos entonces que todos pasamos por ese período inherente
de idiotez humana, elevada al infinito... y vaya a saber uno
cuándo y dónde termina.

Bueno, como dije, "ad infinitum" mi karma continúa pisándome los talones.
Vamos a llamarlo "bazooka" porque se te pega cual pelo de gato en la ropa
y no se cansa de no quitarse. No es casual que elija la palabra "gato", allá
por el oeste, está el agite y alguna vez quise conocerlo...
qué cagada tan grande!

Fue insólito ese día que le di un beso a Bazooka, estábamos por Little Horse
en un barzucho copado que se llamaba La Pre, jugando juegos absurdos pero
necesarios para embriagarse. En el "Verdad - Consecuencia" no me fue muy bien
y como siempre le pongo el pecho a las balas, me han quedado amasijadas.

Tuve que besarlo. Creo que él tenía ganas de hacerlo, no hacía falta que fueran
muchas para superar las mías. Cuando me desperté al otro día me arrepentí
pero sobre todo, porque ese mismo día íbamos todos a un evento y yo iba a tener que
repetir la estupidez de anoche, pero... SOBRIA.
Bueno, por la razón que fuere, pequé.
y volví a pecar
y volví a pecar


(Dios Brad Pitt, me va a enviar al infierno)

Y volví a pecar...
Nunca intimamos, se dice por ahí que es la pendiente
y yo sólo quiero huir por la tangente.
Aunque de vez en cuando nuestro público pide "show show show",
juré por tooooodos los bombones de Hollywood y Argentina, que
no volvería a tocarle un pelo -de los pocos que le quedan-.



Igual, me divierte que cada tanto cuando no tengo quien me ame
exista alguien que en medio de la pantomima me escriba "te amo".




No hay comentarios: