martes, 3 de abril de 2012

Porqué la envidia es más sana que los celos


He notado con los años y las relaciones que no soy celosa para nada.

Esa manía intrínseca que me taladraba la cabeza y  aturdía el alma, sobre la imperiosa necesidad
de convertirme en "novia" de otro, nunca tuvo que ver con los celos.
Era contradictorio (oh por dios! como todo en mi vida)
que fuera posesiva y no celosa.

Ahora que soy mas coherente (WTF?)
no soy posesiva ni celosa ni hincha pelotas
(epaaaa cómo crecimos eh!!!)

Más por el bien de ellos,
por mi amor propio.

Es mejor, pensar "con quien está uno" a
que "con quién podría estar el otro"

Aceptar que definitivamente
haga lo que haga, nada hará que el otro
haga lo que yo quiero que haga!
Así que me ocupo de hacer lo que quiero hacer...

Qué el otro sea mío o no,  me tiene sin cuidado
como toda la propiedad privada
es ficticio.

Ahora si el chongo (no incluye novio/pareja/marido)
de mi amiga la tiene más grande
eso sí,
soy envidiosa.

Pero es sanaaaaaaaaa
o no es saluble desear lo que el otro ya probó y sabe que es saludable eh?

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