Pocho

La primera vez que me equivoqué. Y después morí y más luego resucité como suele ser mi costumbre.
Perderlo a él, a quien nunca había tenido, pero que había sido mi amigo fue, vivido por mi, joven adolescente con una negación abismal. Logré que si no me iba a querer, me odiase mucho, mucho mucho.
No fue apropósito, es más, si lo hubiera planeado seguuuuuuuro que no lo lograba.
Fue el primero en decirme "te quiero" y pagarme un café. A pesar de que luego, no se lo tomó en serio, fue el primero en respetarme. Nunca había finalizado ninguna de sus efímeras relaciones, pero como era yo, Pez, si le puso punto final antes de desaparecer sin haber avanzado a segunda base.
Para mi, ello, llegó con diley. En realidad, como me la veía venir me hice la "superadiiiiita" y le dije a todo que "si", confiando en mi misma y en el real amor que pensé él sentía por mi. No obstante, por él lloré con Sabina, así que no podía esperar demasiado de una persona que elegía entre sus canciones preferidas "y sin, embargo un rato cada día te cambiaría por cualquier te engañaría con cualquiera" (somos masoquistas las minas eh). Ya no tenía absolutamente nada lindo más que su lunar en la mejilla. Caminaba como gay, era de River, vivía lejos y era muy vago. Era machista e infantil... Pero me trataba bien y me hacía reír. A eso me aferré más que a la belleza exótica o corriente de cualquier otro mortal.
Me llevó años olvidarme de él, aunque poco después de Pocho estuve de novia con Sr. F, que era un caballero con todas las letras y al cual amé mucho -sobre todo teniendo en cuenta mi corta edad de 16 años- no podía dejar de pensar en el nabo aquel!
Sí, nabo porque hoy visto con los ojos de mi, habiendo atravesado toda la historia que atravesé desde donde lo mires, Pocho, era un verdadero Gil. El ejemplo de todos los Giles que siguieron después...