jueves, 7 de junio de 2012

De vivir sola y otros demonios

Cuando llego a casa no sé que disfruto mas,
si llegar,
sacarme los zapatos,
cambiarme,
saludar a los gatos
comer algo tranqui
mirar la tele en paz
reencontrarme con mi ipad
anoticiarme de las noticias amistativas

o padezco en simultaneo,
el quilombo que dejan los gatos
los platos que no lavé
la cama sin hacer
el baño lleno de huellitas
el frío que implica cambiarse
pensar qué cocinar,
ir a cursar
hacer las compras
que llevo mañana,
que me pongo  mañana
me podre bañar hoy?
cocinar...


Igual así,
disfruto llegar tanto a casa
porque el placer de que no haya nadie
que te rompa con
"Donde estan los repasadores?"
"que cenamos hoy?"
"tu hermana se borro todo el dia"
etc etc etc

es tan incomensurable,
que no tiene precio.

1 comentario:

Anónimo dijo...

vivir sola es una gran contrariedad... pero qué placer!
F.