Fa

Si mis sueños se cumplieran ¿cual sería realidad?, no distingo claramente entre mi invención y la linea que separa lo de allá y lo de acá. Cuando entran por la puerta de mis miserias la alegorías metáforicas, permiten que lentamente se abran lugar los inmigrantes de cuerpos limítrofes, quisiera que no me toquen, ser impermeable y totalmente apática. Murmulla la pregunta ¿Para qué?
Todos los sentidos defenestrados condenados a la mediocridad, cuando cuestionados se retiran obsoletos, ayer cuando no es hoy, puede ser mañana, conjeturalmente mil cosas pueden pasar, pero sólo una conjugada puede pasar. Sin ser, pues que ser sin no ser más que configurar un cuasi-ser ficticio que adormecido, deambula y alucina mentiras verdaderas que le hacen creer que valen la pena. Legitimadas, paga su precio al mejor postor.
Una depresión que inunda mi crisis, me quita rápidamente el sabor amargo de un malvivido sueño, en coma cuatro me mantiene vegetativa impidiéndome hacer algo para dar respuesta a la pregunta por esta existencia ingrata y macabra. Es aburrido mecerse y mecerse. Es aburrido mirar el techo y mirarlo. Es aburrido hacer nido en un pozo vacío, es triste estar triste y cada más nostálgico la reproducción incesante de estado mermado.
Alquilaría mi cuerpo a un alma que apeteciera acentarse en las ruinas de lo que monumento de una familia destruida quiso velar por la felicidad de ellos, desgastada y en fuga sus pétalos se mortificaron, teñidos de azul gotearon sus ultimas lágrimas de sudor, mas si despertar cada vez, es tan difícil... quisiera hacer de mi cuarteto, algo más que una clave de Fa, entonando la salida.