Ese cuerpo que me toca
mas mío no es,
sólo suyo puedo ser.
Determinando los alcances
vivificos de esta psiquis,
limitando ésta, los goces
de este soporte.
Sensaciones y olores,
colores y texturas,
sabores y sonidos,
musicales y puestas en escenas.
Acústica esta mirada,
pérdidos estos dedos
descontrolados, se rebelan
al cerebro.
No puedo sentir lo que él
no pueda,
no puedo mirar,
lo que el no quiera.
Mi condición necesaria,
mi imposibilidad lógica
me acongoja su misterio,
ese absolutismo mágico
que aspira,
este yo versus organismo,
esta psiquis <> cuerpo.
Hecha cuerpo la realidad,
opacada pero sensible,
percibir su aspereza,
dilucidando incierto
un conjunto de significados
que construyan el espacio
mas el tiempo objetivo
¿cuál será el desafío?
sino reconocer
aquella objetividad perdida
que nunca fue.
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