miércoles, 14 de mayo de 2008

Ironía Psíquica

Estos movimientos bizarros,
que son tuyos, ya me están cansando.
Al final siempre un espejo,
-proyección, hace mucho que no la usás-
aquel que te reprimía y
eran muy de este incorregible.
Porque no me importa el desorden del tuyo,
tan sólo termino retando al mío.
Le reprocho,
inmurables rebeldías,
locuras que me hacen vivir.
Pero estos (a)movimientos,
fijate, son estos los que me duelen
-porque a él no le duelen-
el desgraciado, se achancha
y ahí lo amedentro otra vez,
y vos y yo discutimos,
porque reflejo.
Me preocupa demasiado,
pero el tuyo me escucha.
El tuyo si que está disciplinado
-casi-
El mío: no duerme,
engorda,
se achancha,
se estropea,
llora y llora,
se queja, etc.
¿Lo estaré subjetivizando demasiado?

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